Liberación Animal

a : desdelarabia@live.com


Entendería que no quisieras escuchar lo que vengo a decirte, que decidieras no continuar leyendo el testamento de la soberbia, pero algo en mi conciencia me impulsa a intentarlo una vez más.

Perdón por estar esperando solo, sin entender.
Perdón por no poder haberte salvado aún.
Perdón porque somos simples humanos y fallamos, y porque este error te cueste la vida.
Perdón por pertenecer a una especie egoísta y ciega.
Perdón por cada segundo que no podemos aliviar tu dolor y abrazarte.
Perdón por no poder detener al artista, al filósofo, al poeta, y decirles que mientras tú sufras nada vale la pena.
Perdón, hermano animal, porque todavía no somos dignos de defenderte.

Desgraciado hermano mío, cerca queda el día en el que tu funesta dicha caiga bajo el peso de la nada, en el que vengan a buscarnos para una última velada, un vals que bailaremos como iguales, como hermanos. Un grito de odio quebrará el cielo, partiendo nuestro espíritu y abrasando nuestra piel. Las aguas se levantarán para aplastar nuestras cenizas y enterrarlas para siempre como castigo por mi codicia.
No cabe esperar piedad ni perdón, hermano.

La venganza de nuestra madre será brutal.


PD: Gracias por tu grandeza, que no sabe de juicios ni de venganzas. Y espera…
Fdo: La Humanidad






Postrado ante la tristeza, rumiando soledad, cautivo de las miradas que sustentan tu agonía, de las sonrisas que trazan la esclavitud en tus costillas. Tus ojos acuosos que piden silencio, y solo el estruendo se congrega alrededor, vítores de mármol que machacan tus lánguidas fuerzas y arañando instantes de coraje avanzas impasible ante tan cruel rutina. Saquearon tu cielo, pintado de azul deseo, y ahora unas rejas de hambre y doctrina moldean tu angustia. Fugaz será la risa acompañada del olvido, si ni un rayo del sol se digna a acompañarte. Donde se esconderá el frescor nocturno del verano caluroso, la calidez del bostezo sobre la nuca de mamá; donde encontrarás la textura del barro hundido en tus muñecas, el cansancio pleno que corteja al regocijo de una infancia soñadora. Robaron tu suelo, pintado de verde pureza, y ahora unas rejas de legañas y usura modelan tu pena. Mi entrañable amigo, recluido para amenizar la gris vida de una estirpe de seres sin rostro ni afecto; tu nombre ya no es el olvido, tu casa ya no es ese circo que viaja arruinando tu vida: tu nombre ahora también es el mío, tu casa ahora es mi pecho que exclama abriendo sus puertas a un mundo tan misero. Levanta tu trompa, escupiendo arco iris al techo, encharca de color esa ceguera que observa insensible el latir de cada una de tus lágrimas. Asaltaron tu horizonte, pintado de violeta sensación, y ahora unas rejas de dolor y apatía fabrican tu lamento. Mi entrañable amigo, ya perece esa disciplina, ni payasos ni bailarinas: la noche transformará tus rejas en plastilina.


.Laliberaciónanimalnoserátelevisada.

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