Sábanas bañadas en dulces deseos
de aquella caricia que no esperaba
que se grabó a fuego en el recuerdo
de una pasión hace tiempo olvidada.
Pudo solo ser mi vaga esperanza,
una triste necesidad o falta
pero me hace recobrar la ilusión
de que por un momento me besaras.
Unieron agridulces sentimientos
violados cruelmente por el miedo,
malditos por la obsesiva angustia
de que nunca por ti será devuelto.
Me cuesta,
da miedo,
me tientas,
¿Y si sale mal?
¿Y si el tiempo me ahorca
y la cordura me vuelve a abandonar?
Qué importa…
En la llama de la locura
hay chispas de sabiduría.
Anónimx
22 de febrero de 2010
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